"Anoche destruí y refundé a Lokombia" (última frase del 12 de noviembre)
@ THE BAR
Salí a comer a un restaurante en Infantas,44 que se llama WokCafé. Desde mi primera salida de reconocimiento lo había visto pero no me dió nota. Pues, esa noche me lancé al ruedo y entré, con el infortunio de que no habia mesa. El mesero -un chico muy majo- me dijo que esperara y bueno, me senté en la barra como no quien quiere la cosa. Al lado había un hombre sentado frente a su copa de vino tinto esperando su orden. Intercambiamos palabras porque me pareció interesante una cantidad de dibujos y notas que escribía en un montón de servilletas. Al sentir su acento lo noté como Lokombiano pero no le dije más nada. Llevaba un buzo negro con unos jeans oscuro y gafas; tomaba una sopa y miraba lejos. Mientras, yo leía el menú y una sopa vietnamita trataba de seducirme con su receta de leche de coco y gambas.
De un momento a otro, el hombre ha devuelto la orden, asegurando que su plato estaba demasiado salado. A mi me causó casualidad y de un momento a otro estabamos envueltos en una conversación. Se presentó y al mismo tiempo que me dijo su nombre lo olvidé -típico de mi memoria incrúspida. Nos reconocimos en nuestra Lokombianidad, aunque el pensaba que yo era Venezolano o Portugués.
Al rato, llegó mi plato; unos noodles con pollo y gambas, que también estaba salado pero era efecto de la soya. Empecé a contarle de Santa Marta, los proyectos del centro histórico; de cómo Carlos Vives había tomado la vocería en la remodelación del Teatro Santa Marta y tal, pero por efectos de las memorias nos volvimos a presentar. Él, ya sabía el mío, yo no el de él. Hablamos de Shakira y de la estatua en su honor y me dijo que personas como Carlos Vives, Shakira y él deberían lanzarse a la política. Hay todo tomó forma.
Él, es el director-fundador de El Colegio Del Cuerpo de Cartagena, una institución sin ánimo de lucro que, por medio de la danza, ayuda a los jóvenes de sectores marginados a superar sus dificultades de vida. Comentaba que cuando estaban en su gira por la costa, les tocó dejarla por la mitad porque la gestión de difusión del evento fue casi nula y no llegaba nadie a sus presentaciones. Unos cuantos gatos curiosos, como todo lo que se hace en Macondo.
La lora se nos extendió hasta los narcos y la política. Criticamos sobre los manejos políticos de los fondos del estado, de los narcos y de la bonanza marimbera. Me dijo que la imagen del narco durante finales de los setentas y mediados de los ochentas hacía parte de la cotidianidad lokombiana, pero fue no más que se forraran en plata para perder el rumbo y su identidad.
Terminó la comida, me entraron unas ganas de fumarme un cigarrillo y me dijo: "yo creo que esta área es la de No fumadores y te veo meneando la caja como con ganas... vamos y nos sentamos y te fumas tu cigarro para que estés más tranquilo". Y así fue...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario