Una caña y una risa.
Una cosa y la pernicia.
Todo pasa y fluye. Confluyen en la tosta.
Tostados nos calentamos y vivimos en la tostadera.
Qué Lokera.
Esto es lo que hay .
Y no hay tosta posible
que pueda quitarme este malestar.
No estomacal,
Viceral.
martes, diciembre 26, 2006
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