lunes, diciembre 11, 2006

Blanco pureza en mi habitacion.

Por fin he pintado mi habitación. Una labor dificil, sobre todo cuando NUNCA había pintado un cuarto. Lo único que había pintado habrían sido mis primeros dibujos del colegio, y bueno, algún storyboard en la universidad. Pero lo logré. Una labor Titánica...

Lo he pintado de blanco; cuando llegué tenía un color lila mariquisímo. No lo aguantaba y decidí pintarlo. Me fuí a Ikea a buscar pintura y terminé comprando enseres para la cocina, un tapete, una cesta de basura y todo menos pintura. Menos mal que al lado estaba Leroy Merlin y de allí si salí con todo: un pote de pintura blanca de agua, rodillo, cinta de papel, una brocha y una cubeta para el rodillo. Así fue que comence pues ya no había marcha atrás.
A medida que pintaba y venía q el blanco sepultaba ese lila de muertos, algo en mí cambiaba. Mejoraba, se me abría la mente, me tranquilizaba. Luego, se despertó mi compañero fantasma de piso, el Sebas de Canarias, y enseguida nos hicimos superamigos. Llevábamos conviviendo en completo anonimato durante una semana y fue el blanco quien me lo puso en la puerta de mi habitación. Todo un personaje.
Ahora estoy mucho más feliz porque tengo mi propio nicho, mi templo. Y blanco, donde puedo soñar y ensoñar a mi antojo.
Luego os mostraré cuando esté todo listo. Cortinas, libros, fotos y toda la parafernalia creativa.
;)

1 comentario:

cornchild dijo...

blanco que te quiero blanco, blanco como el queso ji ji bueno espero que pegues una fotito ratonesca en ese canvas ;)