miércoles, abril 04, 2007

Noche 3

Salió la luna de un momento a otro y me dió una gran sorpresa.

Ella toda inmaculada. Tome fuerzas y nos encontramos en la Puerta de Jeréz, la entrada al centro histórico de Tarifa. Nos fuimos al barcito a la vuelta del hotel y nos tomamos unos GinTonics. Mis Cómpas de viaje revisaron su correo electrónico y se entregaron a su aventura de dormir en el coche en una playa desierta a las afueras de la ciudad. Yo, me quedé hablando con Mauricio por Messenger y tomandome otros GinTonics. De repente, la procesión pasó justo frente al bar.

El Cristo primero y luego vino la Virgen. Los ingleses que estaba al lado mío estaban absortos en la procesión con una cara de incrédulos que no tiene explicación.

La Virgen llevaba un manto bordado impresionante, pero lo mejor fué la banda que le precedía. Una marcha cadenciosa y profunda que llenaba todo de misticismo extremo. De allí, a comprar cigarrillos y luego a casa. El sol me esperaba por la mañana.

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